La noche de ayer, se presentó en la Sala "Niños Cantores" del Conservatorio de las Rosas, el percusionista Florent Jodelet, quién también participa impartiendo un curso de percusión por las mañanas y tardes en el transcurso de la celebración del VII FIMC.
Con afluencia considerable, la aparición de Florent Jodelet, era una de las más esperadas dentro del festival y del día mismo; comenzando con melodías creadas en el vibráfono, intercalando secuencias lentas a rápidas conquistó a un público con gran expectación, así mismo, al momento del fragmento electroacústico.
Lo cambiante e importante a destacar fue la utilización del acbé, el cual es un instrumento de origen africano que hoy en día se localiza en Cuba. Los malabares y manera de tocar el acbé, impresionó a los espectadores, los sonidos creados y el movimiento corporal semejaban una danza, un ritual.
El material audiovisual como soporte para una mejor interpretación y combinación de sonidos, estuvo muy bien justificado.
Lo que se llevó la noche y que todos esperábamos, fue el tocar los tambores, pues despertaron a más de un asistente cansado y confuso por los tiempos de espera entre una obra y otra.
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